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O BLOGUE UNIVERSAL E INTERNACIONALISTA
A praça é do povo. Como o céu é do condor. É o antro onde a liberdade. Cria águias em seu calor! ...
A palavra! Vós roubais-la
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Dizeis, senhores, à lava
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Castro Alves
Jornal de Poesia
Deus! Ó Deus! Onde estás que não respondes? / Em que mundo, em que estrelas tu te escondes / Embuçado nos céus? /Há dois mil anos te mandei meu grito / Que, embalde, desde então corre o infinito... / Onde estás, Senhor Deus?
Castro Alves
Albert Einstein
Perguntas Com Resposta à Espera
Quem Acode à Tragédia de Portugal Vendido ao Poder dos Financeiros?! Quem Senão TU, POVO DE PORTUGAL?! Do Mundo inteiro a irmã de Portugal a filha. Marília Gonçalves a todos os falsos saudosistas lamurientos, que dizem (porque nem sabem do que falam) apreciar salazar como grande vulto,quero apenas a esses,dizer-lhes que não prestam! porque erguem seus sonhos sobre alicerces de sofrimento, do Povo a que pertencem e que tanto sofreu às mãos desse ditador!sobre o sofrimento duma geração de jovens ( a que vocês graças ao 25 de Abril escaparam)enviada para a guerra, tropeçar no horror e esbarrar na morte, sua e de outros a cada passo! sobre o sofrimento enfim de Portugal, que é vossa história, espoliado de bens e de gentes, tendo de fugir para terras de outros para poder sobreviver, enquanto Portugal ao abandono,via secar-se-lhe o pobre chão, sem braços que o dignificassem! Tudo isso foi salazar, servido por seus esbirros e por uma corte de bufos e de vendidos, que não olhavam a meios,para atingir seus malévolos fins!Construam se dentro de vós há sangue de gente, vossos sonhos, com base na realidade e não apoiando-os sobre mitos apodrecidos, no sangue de inocentes!!! Marília Gonçalves (pois é! feras não têm maiúscula!!!)
terça-feira, 20 de agosto de 2024
REQUIEM POR FEDERICO DE RAFAEL DE LEON
Lo mataron en Granada,
una tarde de verano
y todo el cielo gitano
recibió la puñalada…
Sangre en verso derramada,
poesía dulce y roja
que toda la vega moja
en amargo desconsuelo
«sin paño de terciopelo
ni cáliz que la recoja».
(Por cielos de ceniza
se va el poeta;
la frente se le riza
como veleta.
Toda Granada
es una plazoleta
deshabitada)
«Por el olivar venían,
bronce y sueño, los gitanos».
En la palma de sus manos
como un niño lo traían…
Las mujeres se partían
los volantes de la enagua,
y el Darro bailaba el agua
en amargo soniquete
que sonaba a martinete
y a cante grande de fragua…
(¡Encended los faroles;
romped el velo;
bailar por “caracoles”,
que viene el duelo!
¡Como una espada,
llevadlo, así, entre “oles”
por su Granada)
Dónde vas tú buen amigo
quédate aquí con nosotros;
están soltando los potros
junto a lo verde del trigo…
Están soñando contigo
borrachos de calentura,
los toritos de miura
sedientos de primavera
y hay una boca que espera
morderte labio y cintura…
(Desnúdate deprisa,
que vengo herido;
quédate con la risa
como vestido…
Quiero beberte
y que luego dormido
venga la muerte…)
«Rosa de los Camborios
gime sentada a la puerta»
medio viva y medio muerta
entre paños mortuorios.
A la luz de los velorios,
con pena de jazmín chico,
muestra sus pechos helados,
heridos y acuchillados
lo mismo que Federico.
(¡Que doble, bronce y plata,
la Vela, Vela,
que se ha muerto la nata
de la canela!
Mi bien amado
de limón y ciruela
va amortajado…)
«Hijo, ¡hijo con un cuchillito
que apenas cabe en la mano»,
de tu romance gitano
cortaron la flor del grito!
¡Ay, qué dolor infinito
de pedernal y de rosa;
voy y vengo como loca
sin que consolarme pueda
porque ni un hijo me queda
para llevarme a la boca!
(Aquel traje de pana
que se ponía…
Aquella faja grana
que se ceñía…
¡Tanto cuidarlo,
y una flor de canana
para matarlo!).
(¡A la nana, mi niño,
que es madrugada…!
¡A la nana, mi niño,
flor de Granada!
¡Si yo pudiera
quedarme embarazada
yo te pariera!)
«Antonio Torres Heredia
Camborio de dura crin»,
llora al filo de la media
noche por el Albaicín…
Suena la voz de un muecín
delgada como una fuente,
y por el aire de oriente baja,
una paloma alada,
para besarle la frente
al poeta de Granada…
(¿A dónde vas, amigo,
con tu secreto?
Te llevarás contigo
flor y soneto…
¡Cómo gemía, cómo gemía
dentro de su esqueleto
la poesía!)
LOLA FLORES. REQUIEM POR FEDERICO
Lo mataron en Granada,
una tarde de verano
y todo el cielo gitano
recibió la puñalada…
Sangre en verso derramada,
poesía dulce y roja
que toda la vega moja
en amargo desconsuelo
«sin paño de terciopelo
ni cáliz que la recoja».
(Por cielos de ceniza
se va el poeta;
la frente se le riza
como veleta.
Toda Granada
es una plazoleta
deshabitada)
«Por el olivar venían,
bronce y sueño, los gitanos».
En la palma de sus manos
como un niño lo traían…
Las mujeres se partían
los volantes de la enagua,
y el Darro bailaba el agua
en amargo soniquete
que sonaba a martinete
y a cante grande de fragua…
(¡Encended los faroles;
romped el velo;
bailar por “caracoles”,
que viene el duelo!
¡Como una espada,
llevadlo, así, entre “oles”
por su Granada)
Dónde vas tú buen amigo
quédate aquí con nosotros;
están soltando los potros
junto a lo verde del trigo…
Están soñando contigo
borrachos de calentura,
los toritos de miura
sedientos de primavera
y hay una boca que espera
morderte labio y cintura…
(Desnúdate deprisa,
que vengo herido;
quédate con la risa
como vestido…
Quiero beberte
y que luego dormido
venga la muerte…)
«Rosa de los Camborios
gime sentada a la puerta»
medio viva y medio muerta
entre paños mortuorios.
A la luz de los velorios,
con pena de jazmín chico,
muestra sus pechos helados,
heridos y acuchillados
lo mismo que Federico.
(¡Que doble, bronce y plata,
la Vela, Vela,
que se ha muerto la nata
de la canela!
Mi bien amado
de limón y ciruela
va amortajado…)
«Hijo, ¡hijo con un cuchillito
que apenas cabe en la mano»,
de tu romance gitano
cortaron la flor del grito!
¡Ay, qué dolor infinito
de pedernal y de rosa;
voy y vengo como loca
sin que consolarme pueda
porque ni un hijo me queda
para llevarme a la boca!
(Aquel traje de pana
que se ponía…
Aquella faja grana
que se ceñía…
¡Tanto cuidarlo,
y una flor de canana
para matarlo!).
(¡A la nana, mi niño,
que es madrugada…!
¡A la nana, mi niño,
flor de Granada!
¡Si yo pudiera
quedarme embarazada
yo te pariera!)
«Antonio Torres Heredia
Camborio de dura crin»,
llora al filo de la media
noche por el Albaicín…
Suena la voz de un muecín
delgada como una fuente,
y por el aire de oriente baja,
una paloma alada,
para besarle la frente
al poeta de Granada…
(¿A dónde vas, amigo,
con tu secreto?
Te llevarás contigo
flor y soneto…
¡Cómo gemía, cómo gemía
dentro de su esqueleto
la poesía!)