Páginas

Páginas

Páginas

Páginas

sexta-feira, 2 de fevereiro de 2024

NOCTURNO - Gabriela Mistral -POETA DE CHILE

 NOCTURNO



   Padre Nuestro que estás en los cielos,
¡por qué te has olvidado de mí!
Te acordaste del fruto en febrero,
al llagarse su pulpa rubí.
¡Llevo abierto también mi costado,
y no quieres mirar hacia mí!

   Te acordaste del negro racimo,
y lo diste al lagar carmesí;
y aventaste las hojas del álamo,
con tu aliento, en el aire sutil.
¡Y en el ancho lagar de la muerte
aun no quieres mi pecho oprimir!

   Caminando vi abrir las violetas;
el falerno del viento bebí,
y he bajado, amarillos mis párpados,
por no ver más enero ni abril.

   Y he apretado la boca, anegada
de la estrofa que no he de exprimir.
¡Has herido la nube de otoño
y no quieres volverte hacia mí!

   Me vendió el que besó mi mejilla;
me negó por la túnica ruin.
Yo en mis versos el rostro con sangre,
como Tú sobre el paño, le di.
Y en mi noche del Huerto, me han sido
Juan cobarde y el Ángel hostil.

   Ha venido el cansancio infinito
a clavarse en mis ojos, al fin:
el cansancio del día que muere
y el del alba que debe venir;
¡el cansancio del cielo de estaño
y el cansancio del cielo de añil!

   Ahora suelto la mártir sandalia
y las trenzas pidiendo dormir.
Y perdida en la noche, levanto
el clamor aprendido de Ti:
¡Padre Nuestro que estás en los cielos,
por qué te has olvidado de mí!


 

Nunca Teresa Veludo

 

Nunca 
 
Nunca os sonhos foram em demasia,
nunca o voo do albatroz foi excesso
sobre o mar,
nunca as alturas das montanhas
foram limite.
Nunca o amor coube num ramo de rosas
ou no olhar entristecido de Frida Khalo,
mesmo que soubesse dos devaneios
do seu sempre amante e louco Rivera.
Nunca um solo de trompete de Davis
fez esquecer as noites encantadas de Paris,
quando Gréco nos seus beijos adormecia,
e o existencialismo era filosofia de vida.
Nunca Samuel Beckett esperou deveras Godot,
ironia amarga entre o tudo e o nada onde esperar
é apenas e no final luta pela sobrevivência.
Nunca Hemingway esqueceu a guerra e por isso
se matou numa ilha,
sabendo sempre Por Quem os Sinos Dobram.
Nunca ninguém pintou a realidade e a fantasia
como nos azuis surrealistas só de Chagall,
onde Bella esvoaçava em constante movimento.
Nunca esqueci Tristão e Isolda, Pedro e Inês,
nem a tragédia de todos os amores suicidas.
Nunca ninguém escreveu versos tão pungentes
como Al Berto que de sofrimento crónico padecia.
Nunca foram tão tristes os meus olhos marítimos
quando apenas avisto canteiros vazios de malvas,
navios fantasmas paralisados nos meus braços
que outrora foram enchentes de bravios rios.
Nunca os sonhos foram em demasia
sempre foram caminho que se fez rasgando,
decifrando códigos trancados por mistérios,
chaves de utopia guardadas em longas asas
de voos gigantes continuamente procurados.
 
Teresa Veludo 
 
Livro Abraça-me em Maio
 
Dali, Picasso